CATEDRAL DE CHARTRES
Nos encontramos ante la Catedral de Chartres que pertenece al arte Gótico Francés y fue realizada a finales del siglo XII. El autor de la obra es el Maestro de Chartres.
La Catedral de Chartres tiene su origen en la reconstrucción de un templo románico anterior, totalmente destruido por un incendio. El nuevo edificio, aunque conservó la fachada oeste y la organización de la cabecera de la vieja iglesia, adoptó ya criterios plenamente góticos. Fruto de una intensa devoción y del genio de su constructor, es también reflejo de la activa vida comercial de una ciudad en la que los gremios habían arraigado con fuerza. La reconstrucción se llevó a cabo en un tiempo récord gracias a las aportaciones económicas de los fieles. Ello influyó decisivamente en la coherencia formal y estilística que define el conjunto, hecho poco habitual en un edificio de sus características.
Estamos ante el exterior o vista aérea de un edificio religioso, en concreto, una catedral. El material utilizado para su construcción es la piedra en sillares regulares. Los elementos sustentados de esta obra son el arco apuntado u ojival. La bóveda que genera este arco es la de crucería, con diversas variantes más complicadas, y está formada por el cruce de dos arcos apuntados que se cruzan en diagonal. La ventajas de esta bóveda es que se adapta a las plantas complicadas y permite edificios más elevados. Los elementos que soportan el peso de la bóveda es, por un lado, los pilares, al interior, que recogen el peso de la bóveda. Tienen columnas adosadas. Por otro lado, los arbotantes que son gran innovación técnica del gótico. Su función es contrarrestar los empujes laterales de la bóveda. Son arcos de descarga que transmiten el empuje de la bóveda al contrafuerte exterior. Y en último lugar, los contrafuertes al exterior, que aportan un apoyo exterior coronado con un pináculo cuya función es hincar el contrafuerte, pero a la vez es un elemento decorativo. En el exterior se percibe un claro predominio del vano sobre el muro, lo que permite luminosidad, ligereza y elevación. Los vanos adquieren diversas formas: ventanales, rosetones, puertas... Lo vertical predomina sobre lo horizontal. La fachadas están divididas en pisos. En la parte baja, encontramos 3 puertas de arcos apuntados, que al estar abocinados permiten la decoración escultórica. Encima de éste aparecen los ventanales y el rosetón típico gótico. Además la fachada principal, suele estar enmarcada por torres laterales, cubiertas con un cuerpo apiramidado llamado chapitel. La decoración aparece en fachadas, capiteles, pináculos, chapiteles.
La fachada occidental conserva el Pórtico Real románico de la antigua iglesia. Esta fachada es el resultado de los nuevos sistemas constructivos que liberan al muro de su función de soporte. Esto produce que al interior, el espacio sea más luminoso por las fantásticas vidrieras del muro, gracias a la inclusión de grandes ventanales. La decisión de conservar el Pórtico Real románico, de triple portada, determinó la estructura de tres naves; el respeto por la organización que presentaba la cabecera ya existente también determinó la forma de la planta. Gracias a ello posee también un deambulatorio o girola doble. Está flanqueada por dos torres distintas.
Chartres dispone de 178 ventanales, cuyas vidrieras de colores presentan un excepcional programa iconográfico basado en las Sagradas Escrituras. La catedral de Chartres se convirtió en el gran santuario mariano francés al poseer una reliquia de suma importancia: la túnica que la Virgen vestía cuando nació Jesucristo. No es de extrañar, pues, que la mayor parte del tesoro escultórico del templo haga referencia al culto mariano, como la Anunciación y la Visitación. Esta catedral reúne todas las características del gótico clásico, era la mayor iglesia gótica erigida en el momento. Su aspecto monumental no busca la liviandad ni la verticalidad que serán definitorias del gótico posterior, sino que resulta pesada y poderosa.
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