Título: Frescos de San Isidoro de León.
La Última Cena se sitúa bajo un arco a modo de ábside se halla Cristo con San Pedro a su derecha y San Juan en su regazo. Al otro lado, Judas roba el pez, símbolo de Cristo. El resto de los apóstoles se disponen a ambos lados y en los ángulos de la escena. También se representa el gallo que señaló las negaciones de San Pedro. Se representa a personas con poca expresión, lineas simples, con colores apagados, nariz grande y ojos almendrados. Los animales son pequeños con colores apagados, extremidades desproporcionadas y con grandes ojos. Existe cierta comunicación entre las figuras, se miran entre ellos. Se repiten los estereotipos románicos. La figuras se adaptan en la zona donde están pintadas.
Autor: Desconocido.
Cronología: Finales del XI o comienzos del XII.
Estilo: Románico.
Técnica: Temple o fresco.
Localización original: Panteón de los Reyes, Iglesia de San Isidoro de León.
El Panteón se trata de un recinto rectangular abovedado. La pintura se distribuye en los muros, en las seis bóvedas y en los intradoses de los arcos. Se desarrollan tres ciclos litúrgicos: Navidad (Anunciación, Visitación, Epifanía, Natividad, anuncio a los pastores, huida de Egipto, circuncisión y degollación de los inocentes), Pasión (Última Cena, Pasión y Crucifixión) y Resurrección (Gloria de Cristo, Apocalipsis, Maiestas Domini y entronización del cordero). El conjunto se completa con representaciones de los signos del zodiaco y el calendario agrícola. La estructura de la superficie fue aprovechada por el pintor para ganar en expresividad en las escenas.
Elementos plásticos (línea, color, volumen de la figuras, perspectiva, etc..)
El pintor usa una gama cromática de ocres y castaños sobre fondo blanco. Las figuras, identificadas con inscripciones en latín, destacan por sus gestos, y su ausencia de movimiento.
En la bóveda central se representa el Pantocrátor que es una
representación de Cristo en Majestad enmarcado por la mandorla mística bendice con su diestra mientras sujeta sobre su rodilla izquierda un libro en el que recuerda "EGO SUM LUX MUNDI". Parece flotar sobre un fondo celeste tachonado de estrellas y en el que se dibujan los símbolos alfa y omega a ambos lados de su cara realzada por el nimbo crucífero. Su expresión es serena resuelta con trazos sencillos y agradable. La postura de Cristo es sedente. Parece descansar sobre un semicírculo sobre el que reposa sus pies se dice que evoca la Tierra. Alrededor de Cristo en Majestad, los cuatro Evangelistas representados como los Tetramorfos . Cuerpos humanos con la cabeza del ser que los evoca: MATEVS OMO (Mateo, el Hombre), IOHANNES AQVILA (Juan, el Águila), MARCVS LEO (Marcos el León) y LUCAS VITULO (Lucas el Novillo).Estereotipos románicos se repiten linea bordean y delimitando.
representación de Cristo en Majestad enmarcado por la mandorla mística bendice con su diestra mientras sujeta sobre su rodilla izquierda un libro en el que recuerda "EGO SUM LUX MUNDI". Parece flotar sobre un fondo celeste tachonado de estrellas y en el que se dibujan los símbolos alfa y omega a ambos lados de su cara realzada por el nimbo crucífero. Su expresión es serena resuelta con trazos sencillos y agradable. La postura de Cristo es sedente. Parece descansar sobre un semicírculo sobre el que reposa sus pies se dice que evoca la Tierra. Alrededor de Cristo en Majestad, los cuatro Evangelistas representados como los Tetramorfos . Cuerpos humanos con la cabeza del ser que los evoca: MATEVS OMO (Mateo, el Hombre), IOHANNES AQVILA (Juan, el Águila), MARCVS LEO (Marcos el León) y LUCAS VITULO (Lucas el Novillo).Estereotipos románicos se repiten linea bordean y delimitando.
La Última Cena se sitúa bajo un arco a modo de ábside se halla Cristo con San Pedro a su derecha y San Juan en su regazo. Al otro lado, Judas roba el pez, símbolo de Cristo. El resto de los apóstoles se disponen a ambos lados y en los ángulos de la escena. También se representa el gallo que señaló las negaciones de San Pedro. Se representa a personas con poca expresión, lineas simples, con colores apagados, nariz grande y ojos almendrados. Los animales son pequeños con colores apagados, extremidades desproporcionadas y con grandes ojos. Existe cierta comunicación entre las figuras, se miran entre ellos. Se repiten los estereotipos románicos. La figuras se adaptan en la zona donde están pintadas.
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